Es un contenedor rígido, diseñado principalmente para ser un botiquín fijo en el hogar, la oficina o una pequeña empresa. A diferencia de los botiquines portátiles de lona o PVC, el de madera se valora por su durabilidad y su capacidad para ser montado en la pared y, a menudo, incluye un sistema de cierre (a veces con llave) para mantener su contenido fuera del alcance de los niños o personas no autorizadas.